miércoles, 27 de enero de 2021

Entre más consume la gente, más contamina


El 2020 no solo fue un año crítico para toda la humanidad sino también para el medio ambiente. La modalidad de vida a la que todo ser humano estaba acostumbrado cambio tan radical, en un abrir y cerrar de ojos lo digital tomo poder en la vida de las personas. Si bien es cierto que el confinamiento provocó que en su mayoría las personas dejaran de tirar basura en las calles o el uso de automóviles y transporte público redujera la contaminación en el aire, la realidad va más allá de una semana por no salir de casa o de estar encerrado por meses.

De acuerdo con datos ofrecidos por El Economista: “Solo 63 millones de personas contaminan más del doble que 3,100 millones juntas; los primeros son los más ricos y los segundos los más pobres”.

Centro Histórico, CDMX. 21 de mayo, 2020. Foto: Angélica Escobar/ Tomada de Forbes México.

A inicios de la pandemia y de la crisis sanitaria, la naturaleza le demostró a la humanidad que el problema no solo son los productos que contaminan sino también las personas. Un claro ejemplo de esto fue Venecia y la fábula del regreso de los cisnes o Barcelona con sus playas repletas de delfines. No todas las personas en el mundo contaminan de la misma manera, unos más que otros, pero el problema está en quién es consciente y quién no. Esta nueva modalidad ha impuesto grandes retos en la humanidad, se han creado nuevos hábitos y de igual forma ha provocado que las personas se vuelvan más consumistas. Actualmente, a todos los seres humanos les preocupa que tipo de productos son los eficientes para evitar la propagación del covid-19, sin embargo, esto ha desviado que las personas sean menos conscientes en cuanto qué productos son biodegradables o ecológicos. Un claro ejemplo son los cubrebocas, las caretas, los desinfectantes, que en su mayoría están elaborados por materiales dañinos para el ambiente.

Cubrebocas Ecológicos

Millones de mascarillas son utilizadas diariamente y de igual forma son desechadas en cuanto cumplen su tiempo de vida. Si bien es cierto que es una obligación portar un cubrebocas para no infectar y mucho menos ser infectado, también es una realidad que al usarse se contamina al medio ambiente. La materia prima con la que son elaborados es derivada de productos petroquímicos, por lo tanto, no son degradables y se puede considerar que se han vuelto un enemigo más para el planeta.

Cubrebocas elaborados con fibra de abacá /Foto: Tomada de Twitter @tyratoyado

Ante este problema, expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Najing, China, han declarado que es necesario crear cubrebocas biodegradables que sean tanto eficaces para reducir la transmisión del coronavirus y sean productos ecológicos.  Filipinas es uno de los primeros países en crear un cubrebocas con un enfoque ambientalista, ya que en su elaboración utiliza la fibra de abacá. Esta fibra ha sido utilizada por décadas en textiles para hacer papel, bolsitas de té o hasta en billetes y ahora, se ha convertido en una alternativa para la elaboración de los cubrebocas biodegradables. El Departamento de Ciencia y Tecnología de Filipinas demostró que esta fibra no solo ayuda al medio ambiente, sino que a su vez, es más resistente que una mascarilla N-95, por lo que ofrece una mayor protección al filtrar las partículas infecciosas.  

5 cosas para ayudar al medio ambiente

Es común llegar a pensar que no contaminar es una tarea sumamente complicada, sin embargo, no lo es.

A veces una acción es la que hace la diferencia / Foto: Tomada de Ecologismos 

Hay diversos hábitos que el ser humano tiene y no es consciente del impacto que podría llegar a ocasionarle al planeta, pero si se es consciente del problema ambiental que existe desde hace varios años, una mínima acción podría llegar a marcar la diferencia como:

  1. Lavarse los dientes con un simple vaso de agua.
  2. No dejar la llave de agua abierta.
  3. Utilizar jabones orgánicos.
  4. Desconectar los aparatos electrónicos.
  5. Utilizar cualquier producto que sea ecológico, orgánico o biodegradable.

El consumo responsable es una alternativa para ayudar a disminuir el impacto ecológico que los seres humanos le hacen al mundo día a día.

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